martes, 9 de febrero de 2016

El Papa a los capuchinos: "El perdón es una caricia de Dios"


El Papa a los capuchinos: "El perdón es una caricia de Dios" 
Martes 9 Feb 2016 | 09:38 am
 Francisco en su homilía a los capuchinos 

Ciudad del Vaticano (AICA): El papa Francisco presidió hoy, martes 9 de febrero, la misa, celebrada en la Basílica de San Pedro, junto a miles de frailes y fieles capuchinos, provenientes de diversos países, venidos a Roma con motivo del Jubileo de la Misericordia acompañando las reliquias –presentes en la basílica vaticana- de los santos capuchinos Pío de Pietralcina y Leopoldo Mandic. El Pontífice señaló en su homilía que “el perdón es una caricia de Dios” mientras que el gran condenador es el diablo.

 El papa Francisco presidió hoy, martes 9 de febrero, la misa, celebrada en la Basílica de San Pedro, junto a miles de frailes y fieles capuchinos, provenientes de diversos países, venidos a Roma con motivo del Jubileo de la Misericordia acompañando las reliquias –presentes en la basílica vaticana- de los santos capuchinos Pío de Pietralcina y Leopoldo Mandic. El Pontífice señaló en su homilía que “el perdón es una caricia de Dios” mientras que el gran condenador es el diablo.
 Francisco, improvisando su homilía, señaló que en las lecturas de hoy se muestran “dos actitudes”: una es la grandeza delante de Dios, que se expresa en la humildad del rey Salomón; y la otra es la mezquindad que viene de la ‘precisión’ de los doctores de la ley en las pequeñas cosas olvidando las de Dios.
 “La tradición de los capuchinos es una tradición de perdón”, les dijo el Papa y añadió que “si entre ustedes hay confesores tan buenos, es porque se sienten pecadores, y delante de la grandeza de Dios rezan pidiendo perdón”.
 En cambio, continuó Francisco, “cuando alguien se olvida de la necesidad que tiene de perdonar, lentamente se olvida de Dios”. Mientras “el humilde que se siente pecador es un gran perdonador en el confesionario, el otro, como estos doctores de la ley que se sienten ‘los puros’, ‘los maestros’, solamente saben condenar”.
 El Pontífice los alentó a que en este Año de la Misericordia especialmente, el confesionario sea para perdonar. “Y si uno no puede dar la absolución” les pidió que “por favor no apaleen”. De tal manera pidió que “quien viene a buscar consuelo, paz en su alma, encuentre a un padre que lo abraza, que le diga que ‘Dios te quiere mucho’ y que se lo haga sentir”.
 Finalmente el Santo Padre los alentó a tener confianza en la misericordia de Dios a no caer en el pelagianismo, porque “quien no sabe perdonar termina como estos doctores que son grandes condenadores” y “¿quién es el gran condenador? El diablo” y concluyó Francisco: “Corazón amplio, el perdón es una semilla, una caricia de Dios”.
 Las reliquias de los dos santos capuchinos llegaron a la basílica de San Pedro este viernes por la tarde, y permanecen para la veneración de los fieles hasta el próximo jueves 11. Mañana, 10 de febrero, será la solemne celebración del miércoles de ceniza presidida por el Pontífice y la ceremonia del envío de unos 700 Misioneros de la Misericordia.+

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