Francisco fue a comer con los obreros del Vaticano
Viernes 25 Jul 2014 | 10:33 am
Crédito Foto: Vatican Insider.
Ciudad del Vaticano (AICA): En medio del receso de verano de la Curia Romana, y liberado de las audiencias que tiene a diario, el papa Francisco sorprendió a los empleados del centro industrial del Vaticano: a la hora del almuerzo, el pontífice ingresó al comedor e hizo la fila, como un empleado más, para servirse la comida. Luego se sentó entre ellos y compartió una charla amena.
En medio del receso de verano de la Curia Romana, y liberado de las audiencias que tiene a diario, el papa Francisco sorprendió a los empleados del centro industrial del Vaticano: a la hora del almuerzo, el pontífice ingresó al comedor e hizo la fila, como un empleado más, para servirse la comida. Luego se sentó entre ellos y compartió una charla amena.
Las imágenes, difundidas rápidamente por los mismos empleados que estaban almorzando, muestran al Santo Padre haciendo la cola para servirse el almuerzo, sosteniendo una bandeja de plástico. El menú elegido fue muy similar al del resto: una botella de agua, un plato principal y un pequeño postre.
“Se presentó aquí, agarró su bandeja, los cubiertos, y se puso a hacer la fila para que le sirviéramos", contó a Radio Vaticana el chef del comedor, Franco Paini. Francisco comió pasta en blanco y merluza.
En medio del diálogo, el Papa se interiorizó por la vida de cada uno. “Nos presentamos, nos preguntó cómo estábamos, qué trabajo hacíamos y nos felicitó”, contó un empleado.
No es la primera vez que el pontífice sorprende a los obreros del Vaticano: el verano pasado, Francisco visitó a los empleados de la zona industrial y se detuvo a hablar especialmente con los carpinteros que encontró por las calles del microestado que él preside.
También, en marzo de 2013, Francisco compartió la misa con jardineros y barrenderos del Vaticano. Aquella vez, la presencia del pontífice despertó el asombro de los empleados, que se maravillaron al verlo sentado en la última de fila de bancos, desde donde tuvo un momento de oración personal.
De a poco, los empleados del Vaticano se van haciendo la costumbre de encontrarse con el Papa en lugares y ocasiones inesperadas.+
Viernes 25 Jul 2014 | 10:33 am
Crédito Foto: Vatican Insider.
Ciudad del Vaticano (AICA): En medio del receso de verano de la Curia Romana, y liberado de las audiencias que tiene a diario, el papa Francisco sorprendió a los empleados del centro industrial del Vaticano: a la hora del almuerzo, el pontífice ingresó al comedor e hizo la fila, como un empleado más, para servirse la comida. Luego se sentó entre ellos y compartió una charla amena.
En medio del receso de verano de la Curia Romana, y liberado de las audiencias que tiene a diario, el papa Francisco sorprendió a los empleados del centro industrial del Vaticano: a la hora del almuerzo, el pontífice ingresó al comedor e hizo la fila, como un empleado más, para servirse la comida. Luego se sentó entre ellos y compartió una charla amena.
Las imágenes, difundidas rápidamente por los mismos empleados que estaban almorzando, muestran al Santo Padre haciendo la cola para servirse el almuerzo, sosteniendo una bandeja de plástico. El menú elegido fue muy similar al del resto: una botella de agua, un plato principal y un pequeño postre.
“Se presentó aquí, agarró su bandeja, los cubiertos, y se puso a hacer la fila para que le sirviéramos", contó a Radio Vaticana el chef del comedor, Franco Paini. Francisco comió pasta en blanco y merluza.
En medio del diálogo, el Papa se interiorizó por la vida de cada uno. “Nos presentamos, nos preguntó cómo estábamos, qué trabajo hacíamos y nos felicitó”, contó un empleado.
No es la primera vez que el pontífice sorprende a los obreros del Vaticano: el verano pasado, Francisco visitó a los empleados de la zona industrial y se detuvo a hablar especialmente con los carpinteros que encontró por las calles del microestado que él preside.
También, en marzo de 2013, Francisco compartió la misa con jardineros y barrenderos del Vaticano. Aquella vez, la presencia del pontífice despertó el asombro de los empleados, que se maravillaron al verlo sentado en la última de fila de bancos, desde donde tuvo un momento de oración personal.
De a poco, los empleados del Vaticano se van haciendo la costumbre de encontrarse con el Papa en lugares y ocasiones inesperadas.+
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