jueves, 28 de agosto de 2014

Mons. Tomasi: La comunidad internacional debe prevenir el genocidio

Mons. Tomasi: La comunidad internacional debe prevenir el genocidio 
 Jueves 28 Ago 2014 | 07:16 am 
 Mons.Silvano Tomasi ver más Rímini 

(Italia) (AICA): El observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Ginebra, monseñor Silvano Tomasi, afirmó que el recrudecimiento de la violencia en Irak ha despertado al mundo, e instó a la comunidad internacional a defender y proteger los derechos humanos fundamentales de todos los afectados. En una entrevista concedida a ZENIT durante el Mitin para la Amistad de los Pueblos, que se realiza en la ciudad italiana de Rímini, el representante vaticano se refirió, además, al impacto potencial de una visita del Papa a las Naciones Unidas en 2015.

 El observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Ginebra, monseñor Silvano Tomasi, afirmó que el recrudecimiento de la violencia en Irak ha despertado al mundo, e instó a la comunidad internacional a defender y proteger los derechos humanos fundamentales de todos los afectados.
 En una entrevista concedida a ZENIT durante el Mitin para la Amistad de los Pueblos, que se realiza en la ciudad italiana de Rímini, el representante vaticano se refirió, además, al impacto potencial de una visita del Papa a las Naciones Unidas en 2015.
 En la conferencia de prensa en Rímini, le preguntaron qué está haciendo la Santa Sede para responder a la crisis en Oriente Medio. Usted dijo que la Santa Sede propuso una reunión en la que los obispos de los territorios afectados en Irak informarían al presidente de los Estados Unidos. ¿Puede explicarnos más? 
 -No estoy al tanto de si habrá una reunión con el presidente Obama. He oído que hay una reunión de los obispos entre sí en Washington con representantes de las Iglesias de Medio Oriente y probablemente, van a reunirse con los obispos de los Estados Unidos, pero eso es una suposición que hago. A parte de esto, no tengo una agenda concreta. Así que tenemos que esperar un poco para ver cómo se desarrollan las cosas. Podría ser en la segunda semana de septiembre y veremos qué objetivos se pondrán.
 ¿Usted piensa que es importante que el presidente de los Estados Unidos tome parte, para obtener resultados concretos y una respuesta del país? 
 -Creo que sería útil escuchar a la gente que cuenta lo que ha vivido en primera persona, para que aporte la experiencia sobre lo que ocurre en sus comunidades, especialmente los cristianos y otros grupos religiosos que están presentes en el área de la llanura de Nínive y Mosul. El conocimiento directo es siempre útil para llegar a decisiones muy concretas y prudentes.
 ¿Cree usted que el informe del enviado del Papa a Irak, que habla de las violaciones del Ejército Islámico en el país será presentado a las Naciones Unidas? 
 -Podría ser en Ginebra. Se convocó para el 1 de septiembre una sesión especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. La Santa Sede podría presentar por ejemplo, el testimonio del cardenal Fernando Filoni, que visitó recientemente las comunidades religiosas y étnicas del norte de Irak y los campamentos de refugiados, donde las víctimas del llamado califato se vieron obligadas a escapar para sobrevivir.
 Sería útil que la comunidad internacional defienda enérgicamente los derechos fundamentales de todas las personas en el norte de Irak y proporcione la ayuda humanitaria que necesitan en su desesperada situación, ya que tuvieron que huir sólo con la ropa que llevaban puesta. Los cristianos tienen los mismos derechos humanos que cualquier otro ciudadano y su identidad religiosa no debe ser la excusa para la indiferencia.
 ¿Qué dijo el cardenal Filoni en su informe? 
 -En las entrevistas que dio a los medios y en comentarios públicos, el cardenal indicó el dolor que el autodenominado califato causó a todos los refugiados, el asesinato de gente inocente, la necesidad de la comunidad internacional de responder con los recursos necesarios, como agua y comida que permita la supervivencia de estas comunidades desprotegidas.
 También hizo un llamado para proteger a estas comunidades y la posibilidad de regresar a sus hogares en condiciones de seguridad. No puede ser aceptado por la comunidad internacional que los cristianos, yazidíes y otros grupos religiosos deban simplemente aceptar el exilio, por identificarse como grupos religiosos.
 En conclusión, las dos observaciones más importantes creo que son: ayuda humanitaria de emergencia y protección. Los patriarcas de las iglesias orientales, tanto ortodoxos como católicos, señalaron que es necesaria la intervención por un tiempo de los “cascos azules” de las Naciones Unidas, para estabilizar la situación y garantizar la protección de las personas que regresan a sus aldeas.
 ¿Qué puede hacer la Santa Sede? ¿Lo está haciendo? ¿Lo hará? 
 -Frente a todas las explosiones de violencia en muchas partes del mundo, pero en particular en Medio Oriente, la Santa Sede participó activamente a través de la voz del Santo Padre, quien no escatimó esfuerzos ni palabras para decir que la única solución para el futuro es una forma de diálogo y negociación, para que las personas puedan vivir respetando a los demás, aún reconociendo sus diferencias, pero reconociendo la humanidad básica que todos compartimos.
 El primer paso para responder a esta cultura de la violencia es reconocer la dignidad y la igualdad de cada uno, como miembros de la familia humana. Por tanto, el Santo Padre añadió la urgencia de la oración y la movilización de los recursos espirituales de la comunidad en todo el mundo, para pedir a Dios el don de la paz, porque la paz es un don de Dios.
 Y luego, tenemos que motivar a la comunidad internacional para que asuma su responsabilidad, porque cuando un Estado no puede proteger a sus propios ciudadanos por una variedad de razones, es importante que la comunidad internacional tome su propio deber de proteger a estas personas.
 ¿Y el deber de proteger a estas personas implicaría armas? 
 -Elegir los medios de protección será determinado por los Estados, por los miembros de la comunidad internacional. No es tarea de la Iglesia indicar los medios específicos que se deben usar para proteger a las personas. La Iglesia le recordará el deber de proteger, y esta responsabilidad tiene que ser ejercida a través del mecanismo que la comunidad internacional se ha dado a sí misma para hacer frente a situaciones de emergencia, como la que nos enfrentamos en el norte de Irak.
 ¿Qué deberían hacer las comunidades cristianas del mundo para ayudar a esta gente? 
 -El Santo Padre pidió que oremos e indicó que es necesario crear una opinión pública favorable para la protección de estos seres humanos que están en riesgo. La comunidad internacional está llamada a proteger a las víctimas de la opresión no defendidas por su propio gobierno o en riesgo de genocidio, y esto independientemente del hecho de que puedan ser cristianos, chiítas o sunitas.
 ¿Qué está haciendo Europa para ayudar a estas personas? 
 -Como parte de la comunidad internacional, la Unión Europea debería participar en la búsqueda de una respuesta adecuada a la crisis.
 ¿Una visita del Papa a las Naciones Unidas, podría marcar una diferencia? 
 -Bueno, las experiencias del pasado muestran que las visitas de los Papas a las Naciones Unidas siempre han generado no sólo interés en los medios de comunicación, sino también una gran sensibilidad, un renovado sentido de responsabilidad por parte de la comunidad internacional como tal. Si el papa Francisco decide visitar la sede de la ONU estoy seguro de que podría generar no sólo un interés por los problemas relacionados con la paz y la justicia en el mundo, sino que también sería probable que despertara un sentido del deber en las responsabilidades que la comunidad internacional debe llevar a cabo para proteger a las víctimas de cualquier tipo de violencia y de cualquier injusticia.
 El papa Francisco dijo que la situación en Medio Oriente es "la Tercera Guerra Mundial," en "episodios" ¿Está de acuerdo? 
 -El Santo Padre captó la imaginación del mundo con esta expresión y nos obliga a reflexionar sobre los diversos conflictos que hay en todo el mundo, desde la República Centroafricana, hasta Libia, Congo, Siria o norte de Irak, sólo para mencionar algunos. Esta explosión de violencia condiciona a todo el mundo.
 Es cierto, ahora hay muchos centros de poder con intereses distintos o divergentes, pero la globalización de la cultura, donde los intereses personales o nacionales sólo prevalecen, facilita el recurso a las armas como solución a las diferencias. El papa Francisco nos llama a abrazar una cultura diferente, la de la solidaridad y el diálogo, como la única manera de construir un futuro común de paz y progreso.+

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