lunes, 24 de marzo de 2014

“Supera las barreras de hostilidad... y rompe los esquemas del prejuicio frente a las mujeres”

“Supera las barreras de hostilidad... y rompe los esquemas del prejuicio frente a las mujeres” 
 Domingo 23 Mar 2014 | 09:16 am 
Ciudad del Vaticano (AICA): En otro domingo lluvioso Francisco Papa rezó el Ángelus con miles de fieles y peregrinos en la plaza de San Pedro. Se refirió al Evangelio que refiere el encuentro de Jesús con la Samaritana. Jesús pide a la samaritana que le de beber. Con esto “supera las barreras de hostilidad... y rompe los esquemas del prejuicio frente a las mujeres”. “Aquella de Jesús era una sed no tanto de agua, sino de un alma sedienta... Le pide de beber para poner en evidencia la sed que había en ella misma¨. Después de la oración del Ángelus el Papa invitó a pedir por todas las personas golpeadas por la tuberculosis y por cuantos las sostienen de diversos modos y exhortó a participar el próximo viernes y sábado en la celebración penitencial que se realizará en muchas diócesis y parroquias del mundo. “Será una fiesta del perdón”. 

 En otro domingo lluvioso el papa Francisco rezó el Ángelus con miles de fieles y peregrinos en la plaza de San Pedro. Se refirió al Evangelio que relata el encuentro de Jesús con una mujer samaritana. Jesús pide a la samaritana que le dé de beber. Con este gesto Jesús “supera las barreras de la hostilidad secular entre judíos y samaritanos y rompe los esquemas del prejuicio frente a las mujeres”. “La sed de Jesús era una sed no tanto de agua, sino de un alma sedienta... Le pide de beber para poner en evidencia la sed que había en ella misma”.
 En otro domingo lluvioso el papa Francisco rezó el Ángelus con miles de fieles y peregrinos en la plaza de San Pedro. Se refirió al Evangelio que relata el encuentro de Jesús con la una mujer samaritana. Jesús pide a la samaritana que le dé de beber. Con este gesto Jesús “supera las barreras de la hostilidad secular entre judíos y samaritanos y rompe los esquemas del prejuicio frente a las mujeres”. “La sed de Jesús era una sed no tanto de agua, sino de un alma sedienta... Le pide de beber para poner en evidencia la sed que había en ella misma".
 Al término de la oración del Ángelus el Papa recordó que hoy se celebra la Jornada Mundial de la Tuberculosis e invitó a pedir por todas las personas afectadas por la tuberculosis y por todos los que las atienden y las sostienen de diversos modos.
 También exhortó a participar los próximos días viernes y sábado en la celebración penitencial que se realizará en muchas diócesis y parroquias del mundo. “Será una fiesta del perdón”, dijo.
 Palabras del Papa 
 Queridos hermanos y hermanas, el Evangelio de hoy nos presenta el encuentro de Jesús con la mujer samaritana, sucedido en Sicar, junto a un antiguo pozo donde la mujer iba cada día a sacar agua. Aquel día se encontró a Jesús, sentado, “fatigado por el viaje”, quien inmediatamente le dice, “dame de beber”. De este modo supera las barreras de hostilidad, que existían entre judíos y samaritanos y rompe los esquemas del prejuicio frente a las mujeres. El simple pedido de Jesús es el inicio de un diálogo sincero, mediante el cual Él, con gran delicadeza, entra en el mundo interior de una persona a la cual, según los esquemas sociales, no tendría ni siquiera haberle dirigido la palabra. Jesús la pone frente a su realidad, no juzgándola sino haciéndola sentir considerada, reconocida, y suscitando así en ella el deseo de ir más allá de la rutina cotidiana.
 La sed de Jesús era una sed no tanto de agua, sino de encontrar un alma sedienta. Jesús tenía necesidad de encontrar a la samaritana para abrirle el corazón: le pide de beber para poner en evidencia la sed que había en ella misma. La mujer queda tocada por este encuentro: dirige a Jesús aquellas preguntas profundas que todos tenemos dentro, pero que muchas veces ignoramos. ¡También nosotros tenemos tantas preguntas para hacer, pero no encontramos el coraje de dirigirlas a Jesús! La Cuaresma es el tiempo oportuno para mirarse adentro, para hacer surgir nuestros deseos espirituales más verdaderos y pedir la ayuda del Señor en la oración. El ejemplo de la samaritana nos invita a expresarnos así, “dame de esa agua así no tendré más sed”.
El evangelio dice que los discípulos quedaron maravillados de que su maestro hablara con esa mujer. Pero el Señor es más grande que los prejuicios por eso no tiene temor de detenerse con la samaritana: la misericordia es más grande que el prejuicio. El resultado de aquel encuentro junto al pozo fue que la mujer se transformó: “dejó su cántaro” y, corrió a la ciudad a contar su experiencia extraordinaria. Había ido a buscar agua del pozo, y encontró otra agua, el agua viva de la misericordia que salta hasta la vida eterna. ¡Encontró el agua que buscaba desde siempre!, corrió al pueblo, aquel pueblo que la juzgaba y la rechazaba, y anunció que había encontrado al Mesías: uno que le cambió la vida.
 En este evangelio encontramos también nosotros el estímulo para “dejar nuestro cántaro”, símbolo de todo lo que aparentemente es importante pero que pierde valor frente al “amor de Dios”, que “ha estado derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado”, según dice San Pablo en la Carta a los Romanos. Estamos llamados a redescubrir la importancia y el sentido de nuestra vida cristiana, iniciada en el bautismo y como la samaritana, debemos dar testimonio a nuestros hermanos de la alegría del encuentro con Jesús y las maravillas que su amor realiza en nuestra existencia. (quitar las dos últimas comas)
 Después de la oración mariana el Santo Padre añadió: Queridos hermanos y hermanas, mañana se celebra la Jornada Mundial de la Tuberculosis: recemos por todas las personas afectadas por esta enfermedad, y por todos los que en diverso modo las apoyan.
 Los días viernes y sábado próximos viviremos un momento especial penitencial, llamado “24 horas para el Señor”. Se iniciará con la Celebración en la Basílica de San Pedro, el viernes por la tarde, después en la noche algunas iglesias del centro de Roma estarán abiertas para rezar y para las confesiones. Será una fiesta del perdón, que tendrá lugar también en muchas diócesis y parroquias del mundo.
 Y ahora saludo a todos de corazón, fieles de Roma y peregrinos de tantos países, en particular a los de Zagreb y Zadara en Croacia, y de Bocholt en Alemania; al colegio “Capitanio” de Seto_Shi, en Japón, a los estudiantes del Illinois (Estados Unidos) y a los del Ferrol, España.
 Saludo a la comunidad del Pontificio Colegio Alemán-Húngaro, a los responsables nacionales de la FUCI, a los catequistas venidos por el curso de “Arte visual y catequesis”, y a los participantes de la convención titulada “En el concebido: el rostro de Jesús”.
 Un saludo a los grupos de fieles de Altamura, Matera, Treviglio, Florencia, Salerno, Venecia, Santa Severina y Verdellino; a los chicos de Cembra y Lavis, y a los de Conversano, a los niños de Vallemare (Pescara); a los scout de Castillo San Pedro; a los estudiantes de Cagliari y de Gioia Tauro; al grupo de chicos de catorce años de Milán.
 Saludo finalmente al Centro de Servicio para el Voluntariado, al círculo ACLI de Masate, a la Asociación Familia Murialdo, de Nápoles; y a la Policía Municipal de Orvieto.
 A todos les deseo un buen domingo y un buen almuerzo. ¡Hasta la vista! +

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